Este es el segundo post de una serie alimentación en función del tipo de trabajo que iniciamos en este primer post Alimentación y trabajo I. El objetivo de este segundo post es conocer los factores alimentarios que influyen en el rendimiento laboral y que se pueden resumir en:
- Tipo de dieta
- Higiene de los alimentos
- Consumo de alcohol
Tipo de dieta
Dietas hipocalóricas
Las Dietas hipocalóricas o bajas en calorías, realizadas sin control, reducen la capacidad de rendimiento y perjudican la salud.
Estas dietas SOLO son recomendadas bajo estricto control médico en casos de: pacientes con obesidad o sobrepeso, sobre todo si se acompaña de uno o más factores de riesgo cardiovascular.
El OBJETIVO de estas dietas será alcanzar un peso razonable disminuyendo masa grasa con el fin de disminuir la morbimortalidad asociada a la obesidad y obtener una mejora en la calidad de vida.
Se reduce el aporte de energía, conservando SIEMPRE un aporte de macronutrientes y micronutrientes correcto para evitar pérdidas de masa magra potencialmente peligrosas.
Dietas desequilibradas
Las Dietas desequilibradas en las que faltan alimentos básicos; a medio o largo plazo dan lugar a carencias nutritivas relacionadas con enfermedades a largo plazo.
Gran parte de la población sigue o ha seguido una dieta, casi siempre por su cuenta y sin asesoramiento profesional, desequilibradas e incompletas.
Hay muchos tipos de dietas desequilibradas pero todas ellas carecen de fundamento científico. Las más habituales son: hiperprotéicas (Dr. Atkins, Dr. Ducan, Hollywood…), las basadas en monoalimentos o las disociadas.
Todas ellas presentan potenciales daños en su “seguimiento”, daños hepáticos, renales, trastornos cardiovasculares….
Dietas hipercalóricas
Las Dietas hipercalóricas, conducen a sobrepeso y obesidad y todas las alteraciones asociadas a ellos.
Este tipo de dietas se caracterizan por un exceso de consumo energético, con un desequilibrio en el aporte de los macro y micronutrientes.
Las dietas hipercalóricas SOLO están recomendadas en casos de necesitar un aumento de peso, mejorando la calidad y cantidad de lo que se come, y siempre bajo estricto control profesional.
Recomendaciones generales
De forma general no es recomendable:
- Las comidas frugales o muy copiosas,
- “Saltarse” alguna comida de modo compensatorio,
- Sustituir una de las comidas principales por un yogur, pieza de fruta o un snack “dietético”.
Estas prácticas pueden producir hipoglucemias o somnolencia y molestias digestivas, perjudicando el rendimiento tanto físico como intelectual.
Higiene de los alimentos
La contaminación de los alimentos puede ocurrir en cualquier momento desde el cultivo a la preparación. La contaminación cruzada –la transferencia de microrganismos entre superficies– es a menudo la causa. Esto es especialmente problemático para alimentos crudos, como ensaladas o fiambres ya que no se cocinan antes de comer y los organismos nocivos no se destruyen y pueden causar intoxicación alimentaria.
Para prevenir la intoxicación alimentaria es importante recordar:
- Lavarse las manos, los utensilios y las superficies de los alimentos a menudo.
- Mantener los alimentos crudos separados de los alimentos listos para el consumo.
Consumo de alcohol
Diversos estudios realizados demuestran que más del 70% de los consumidores de drogas y alcohol son hombres entre los 25 y los 44 años que trabajan. El consumo de alcohol en la población trabajadora supera al de la población general.
En España, alrededor de un 24% de los trabajadores consume una cantidad de alcohol que es considerada de riesgo potencial para la salud física.
Entre los efectos negativos del consumo de alcohol en horario laboral se destaca: el mayor absentismo y el incremento de las bajas laborales, mayor accidentabilidad (alrededor del 25%), disminución del rendimiento y mayor conflictividad (entre el 15-40% de sanciones disciplinarias).
En el siguiente post hablaremos sobre los diferentes tipos de trabajo en función de sus requerimientos nutricionales.